El jardín de las delicias.

-Título: El jardín de las delicias.

-Estilo: pertenece a la pintura flamenca (gótico).

-Cronología: 1500.

-Autor: Jerónimo Van Aken, El Bosco. Se movió entre la sátira popular  del medievo y la moral propugnada por los humanistas del Renacimiento.

-Contexto: a partir de la segunda mitad del siglo XV se produce un renacimiento en el Occidente europeo, en las ciudades flamencas se concentra la producción de tejido de lana y las grandes compañías instalan en Brujas representantes encargados del comercio de telas en Flandes y Barbante.

-Clasificación: se trata de un óleo sobre tabla, con temática religiosa y moralizante.

-Características formales: es una representación religiosa y moralizante dividida en tres partes en las que aparecen; en el lateral izquierdo el paraíso terrenal en el último día de la creación, en el centro se reflejan los pecados capitales entre los que adquiere mayor importancia la lujuria y en el lateral derecho se representa el infierno y la condenación eterna por los pecados cometidos con anterioridad. Cuando el tríptico aparece cerrado, podemos ver representado en su parte exterior una escena que alude al tercer día de la creación del mundo, en la que vemos un globo terraqueo en tonos gisaceos.

El jardín de las delicias (panel central).

El infierno (panel derecho).

El jardín del Edén (panel izquierdo).

Tríptico cerrado.

El procedimiento pictórico empleado para su realización es el óleo sobre tabla.
Todas las escenas excepto la del infierno presentan un rico colorido en el que predominan una gran cantidad de distintos verdes tonales.
Tanto en el lateral izquierdo como en el centro, la luz predominante es una luz natural mientras que en el lateral izquierdo apenas podemos observar mucha luz y la que hay procede de las cavernas, del interior de la tierra.
La obra central muestra una composición simétrica ya que del lago se ramifican dos ríos, uno al lado derecho y otro al izquierdo, y en el centro de éste aparece una esfera. En otro plano distinto un círculo de personajes rodea una laguna en la que se están bañando distintas parejas.
Los personajes muestran un alto grado de realismo ya que están trazados con gran precisión y minuciosidad, delicadeza en las transpariencias y una fantasía desbordante para denunciar la lujuria y la promiscuidad sexual.

Todos los personajes de la obra se relacionan los unos con los otros mediante gestos que señalan acciones y cruce de miradas. En la parte de la obra que se corresponde con el infierno destacan las expresiones tanto corporales como faciales de dolor ante las torturas provocadas por personajes fantásticos.

-Conclusión: actualmente el cuadro forma parte de de los fondos de exposición permanente del Museo del Padro, donde ingresó como depósito del Patrimonio Nacional en el año 1939.